El 2020 del Betis: la irregularidad como dinámica habitual
Si hubiera que elegir una palabra para definir el 2020 del Real Betis Balompié, esa sería irregular. Ha sido un año lleno de altibajos para el cuadro verdiblanco, y es que con la misma facilidad que se ilusionaban en Heliópolis con las opciones de repetir experiencia europea, en muy pocas jornadas veían acechar los fantasmas del descenso. Las buenas dinámicas han durado demasiado poco, mientras que las malas rachas parecían no querer abandonar la ciudad hispalense por momentos. Tres entrenadores diferentes durante estos 365 días, pero parece que ninguno logró dar con la tecla perfecta, esa que hace dar a los futbolistas lo mejor de sí, porque calidad en la plantilla no ha faltado, ni falta.
El irregular 2020 del Betis
Después de terminar el 2019 con una derrota por 1-2 frente al Atlético de Madrid, el Betis comenzó el año, al menos, sin perder, y es que sacar algún punto de Mendizorroza no es nada fácil, y ellos lo lograron gracias a un gol de Emerson Royal, que igualó la diana tempranera de Aleix Vidal (1-1). Siguiendo el tour por tierras vascas, la segunda ronda de Copa del Rey se jugaba cerca de Álava, y es que Portugalete recibió a los verdiblancos por todo lo alto, quienes se gustaron y golearon en La Florida para pasar de ronda. Álex Moreno, Loren Morón y Joaquín Sánchez, fueron los encargados de dejar su firma en el marcador, un 0-3 que les permitía continuar en el torneo del K.O., con el cual el conjunto bético estaba muy ilusionado.
También contra un equipo vasco, el Betis hizo uno de sus mejores partidos de la temporada, bajando de golpe los humos a una Real Sociedad que estaba sorprendiendo en la Liga. Borja Iglesias, Joaquín Sánchez de nuevo, y el ex txuri-urdin, Sergio Canales, hicieron disfrutar a la afición en un duelo repleto de fútbol y buen juego, donde los verdiblancos fueron muy superiores (3-0). Pero como ya se ha dicho antes, las buenas rachas no se alargaron demasiado en Heliópolis, y llegó el primer batacazo del año, en Vallecas. Dieciseisavos de Copa del Rey, y el Rayo Vallecano sería el encargado de eliminar en la tanda de penaltis a los sevillanos, después de un choque que tuvo que pasar por la prórroga para romper la igualdad. Alejandro Catena inauguró el electrónico, que igualó el capitán bético en el 87', provocando que hubiera que alargar el encuentro. Loren Morón y Andrés Martín quisieron brillar con luz propia para poner el 2-2 que dio lugar a los lanzamientos desde los once metros. Los madrileños acertaron todos los disparos, mientras que el '17' y Cristian Tello privaron a los heliopolitanos de continuar en el torneo. Primer disgusto del 2020, pero mirándolo por la parte positiva, podrían centrarse más en la competición doméstica, donde hacían falta más esfuerzos para lograr el principal objetivo de alcanzar los puestos altos de la tabla.
A partir de ahí comenzó una mala dinámica de las citadas anteriormente. El Betis se dejó tres puntos vitales en el Coliseum Alfonso Pérez en un partido repleto de polémica, y a partir de aquel 26 de enero (0-1), los verdiblancos empataron ante Eibar (1-1), Leganés (0-0) y Mallorca (3-3), y perdieron frente a Barcelona (2-3) y Valencia (2-1). Una racha de seis partidos sin conocer la victoria en Liga que pusieron a Rubi contra las cuerdas. El ocho de marzo, contra el Real Madrid, podría haber sido su último encuentro como técnico bético, pero el ex del Espanyol es un auténtico superviviente, y salvó el match ball. Los de Heliópolis dieron la sorpresa, y dejaron sin liderato a los blancos que, aunque igualaron desde los once metros en el tiempo complementario de la primera mitad el gol de Sidnei Rechel, no pudieron llevarse nada positivo de Sevilla (2-1). Un Cristian Tello inmenso salió desde el banquillo dispuesto a salvar al entrenador, y en el 82', hizo enloquecer a una grada repleta, con más de 50.000 personas, que celebraron la diana con muchísima euforia y felicidad, como si fuese la última, y qué bien hicieron, porque aquel fue el último encuentro con público en España durante varios meses. Los hinchas del conjunto andaluz se marcharon de allí con el mejor sabor de boca posible, viendo a su equipo conseguir un triunfo que pasaría a la historia por las circunstancias, y que les permitiría afrontar con algo más de ilusión y esperanza todo lo que se venía encima en pocos días.
Pocos días después, cuando la plantilla preparaba ilusionada tras la victoria frente al Real Madrid la próxima cita liguera, 'El Gran Derbi', el Estado de Alarma se decretó en España debido a la propagación del Covid-19, y eso provocó que se confinaran todos los residentes del país, permitiéndose únicamente las actividades esenciales, entre las cuales el deporte rey, como es lógico, no estaba incluida. Los futbolistas se encerraron en sus respectivos domicilios, y el cuerpo técnico del club preparó diferentes rutinas de entrenamiento para los diferentes tipos de jugadores que pertenecían al equipo, y así mantener sus mejores virtudes y también potenciar otros aspectos físicos. Ya no sólo los ejercicios diarios eran fundamentales, la correcta alimentación fue clave para que, cuando se pudieran volver a ejercitar en la Ciudad Deportiva, no estuvieran fuera de forma. Igualmente, también hubo tiempo para desconectar, y muchos de los componentes béticos aprovecharon las circunstancias para acercarse más a la afición, cada uno de ellos a su forma.
El diez de mayo fue el día que, después de varias semanas trabajando en sus respectivos domicilios, los jugadores volvieron a sentir el olor del césped de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, y se pudieron ejercitar en solitario, tomando todas las medidas y siguiendo todos los protocolos. En las pruebas PCR, que se siguieron realizando cada pocos días a partir de este momento, hubo incidencias con los resultados de Joel Robles, Alfonso Pedraza y Juanmi Jiménez, y no comenzaron las sesiones a la vez que el resto de compañeros. Pero los días fueron pasando, y la desescalada en el Betis, igual que en el resto de equipos españoles, se produjo en tres fases. Tras los entrenamientos individuales, pasaron a hacer ejercicios en pequeños grupos, aumentándolos cada vez más hasta que todos pudieron realizar los entrenamientos en conjunto.
El Sevilla - Betis fue el partido con el que se reanudó la Liga el 11 de junio de 2020, un encuentro especial, por eso la competición decidió abrir el telón con esta cita. En un escenario extraño, sin el calor del público, los de Nervión fueron superiores durante todo el encuentro, y en la segunda mitad los goles de Lucas Ocampos desde los once metros y Fernando Reges, sentenciaron a los verdiblancos, a quienes la ilusión se les marchó de golpe (2-0). El posterior empate ante el Granada (2-2) y la derrota frente al Athletic de Bilbao (1-0), provocaron la destitución de Rubi, buscando un cambio de dinámica rápido para evitar males mayores. Alexis Trujillo cogió las riendas y fue el encargado de dirigir al equipo durante las ocho jornadas restantes.
Alexis Trujillo se estrenó con buen pie, ganando por la mínima al Espanyol gracias a un gol de Marc Bartra (1-0), pero la alegría duró poco. Posteriormente, el Betis se agarró a otra mala dinámica, cayendo frente a Levante (4-2), Villarreal (0-2) y Celta (1-1). Pero visitaba Osasuna el Benito Villamarín el ocho de julio, y ahí los verdiblancos sacaron a pasear todo su potencial. Un 3-0 que sentenció a los navarros y subió la moral a un equipo que se encontraba tocado después de una temporada atípica e irregular. Con la permanencia asegurada, no conocieron más la victoria en el resto del curso, porque perdieron ante Atlético de Madrid (1-0), Alavés (1-2) y Valladolid (2-0). Y la campaña 19-20 llegó a su fin, con los sevillanos teniendo en su casillero 41 puntos, en el 15º puesto de la tabla.
En Heliópolis necesitaban buenas noticias, ilusión y ganas para volver a creer en su equipo, y desde la dirección se optó por que Manuel Pellegrini cogiera las riendas del proyecto. Un entrenador contrastado, con experiencia, y con títulos en su palmarés. Esto causó buenas sensaciones en la ciudad hispalense, y junto a la llegada de un gran director deportivo, Antonio Cordón, era la mejor fórmula para recuperar la unión con el beticismo. Antonio Barragán acabó su contrato, y Carles Aleñá y Alfonso Pedraza finalizaron sus cesiones y regresaron a sus respectivos equipos. Zou Feddal fue traspasado al Sporting de Portugal. Pocas semanas después también se marchó Juanjo Narváez, rumbo al Zaragoza. Francis Guerrero y Wilfrid Kaptoum rescindieron su contrato, y también una de las perlas de la cantera, Ismael Gutiérrez, puso rumbo al Atlético de Madrid.
Mientras Edgar González y Robert González se marcharon a Oviedo y Las Palmas respectivamente en calidad de cedidos, buscando ganar experiencia en la categoría de plata, a Heliópolis llegaron, todos ellos a coste cero, Martín Montoya, Claudio Bravo y Víctor Ruiz. Víctor Camarasa (quien se lesionaría de gravedad durante la pretemporada), Aitor Ruibal y Tony Sanabria, regresaron tras estar a préstamo durante la anterior campaña, y todos se hicieron con un hueco en los planes de Manuel Pellegrini.
Con el mercado de fichajes en curso más extraño que se recuerda en los últimos años, el Betis, tras unas pequeñas vacaciones, inició su pretemporada el diez de agosto, no sin antes pasar las pruebas PCR, donde Manuel Pellegrini contó con varios canteranos para observarlos muy de cerca durante las diferentes concentraciones. La primera prueba de fuego para el chileno, en el primer stage del verano, en Marbella, fue contra el Cádiz. Un único gol de Juanmi Jiménez en el 88' dio la victoria a los verdiblancos (1-0), que aún no sabían que alargarían esta buena dinámica. Frente al Almería, ya en la segunda concentración, también en la ciudad malagueña, el resultado final fue un 2-0, con tantos de Marc Bartra y Aitor Ruibal. En el último compromiso de preparación, se enfrentaron a uno de los conjuntos más en forma de la Primera División la pasada temporada, el Granada. Un encuentro más disputado que finalizó con un 3-2 en el marcador, permitiendo a los de Heliópolis cerrar un proceso inmaculado: tres citas, tres triunfos.
El Betis iniciaba el curso 2020-2021 con la moral muy alta tras los tres triunfos de pretemporada, y visitaban Mendizorroza en el primer duelo liguero. Un gol de Cristian Tello en el descuento permitió a los verdiblancos sumar sus tres primeros puntos de la temporada (0-1). La buena dinámica continuaría en el estreno en el Benito Villamarín, frente al Valladolid, donde las dianas de Nabil Fekir desde los once metros y William Carvalho, ambos en la primera parte, permitieron continuar con la portería a cero y sumar otra nueva victoria (2-0). Pero el Real Madrid, a quien sentenciaron en el último partido con público en Liga, regresaba a Sevilla, y parecía dispuesto a vengarse por lo ocurrido aquel ocho de marzo. Fue de los duelos más polémicos de aquella tercera jornada de competición doméstica, y finalizó con 2-3 injusto y con mucha polémica por las decisiones arbitrales, más teniendo en cuenta el gran esfuerzo que habían desplegado los de Heliópolis.
Pocos días después, visitaron Getafe, y el Coliseum Alfonso Pérez parecía ser el escenario perfecto para demostrar que todo el trabajo realizado frente al Real Madrid tenía sus frutos, pero nada más lejos de la realidad. Ante el conjunto azulón no se reconoció a ese equipo luchador y con buen juego, sino a una plantilla sin ideas y que recibió tres goles en contra, sin saber cómo reaccionar (3-0). Pero Mestalla sí fue el lugar donde el Betis resurgió cual ave fénix, y antes del primer parón de la temporada por selecciones, los verdiblancos recuperaron sensaciones y también su buen papel sobre el césped. El 0-2 final gracias a los goles de Sergio Canales y Cristian Tello lo demostró. Pocas horas después de este triunfo, en los últimos compases del mercado, el canterano Juan Miranda llegaría a la entidad para permitir a Manuel Pellegrini tener dos jugadores por puesto, donde el chileno sólo contaba hasta el momento con Álex Moreno como lateral zurdo natural.
Pero el parón no le vino nada bien al Betis, quien posteriormente caería frente a la Real Sociedad (0-3), mostrando pocas ideas, y peleando ante el Atlético de Madrid (2-0). Aunque los verdiblancos tardan poco en rehacerse, y frente al Elche se dieron un auténtico festín en un día que Cristian Tello estaba de dulce. Tony Sanabria fue el encargado de inaugurar el marcador, pero a pase del ex del Barça, y fue precisamente el '11' bético quien anotaría los dos próximos goles de los de Heliópolis, colocándose como el máximo anotador del cuadro sevillano. Josan Fernández, en el 60' de aquel encuentro, trató de recortar distancias, pero de nada sirvió, porque tras el 3-1 final, volvían a sonreír en la ciudad hispalense.
Aunque antes de un nuevo parón, el Betis volvería a recibir un duro batacazo, esta vez por parte del Barça. El siete de noviembre visitaron el Camp Nou, de donde salieron escaldados tras un duro 5-2 que no reflejaba lo visto sobre el césped. 15 días después, San Mamés era su nuevo destino, y volvieron a marcharse goleados, un 4-0 que permitió a un Gaizka Garitano con un pie fuera, continuar al frente del Athletic de Bilbao. Ante el Eibar volvieron a dejar escapar tres puntos de oro, y es que el compromiso correspondiente a la jornada 11 celebrado en el Benito Villamarín, se saldó con un 0-2 favorable a los armeros.
Pero en El Sadar se produjo un leve punto de inflexión que hizo recuperar la confianza a los verdiblancos, y también a un Borja Iglesias que, casi un año después, se reencontró con el gol en este escenario, siendo el encargado de abrir la lata. Juan Miranda, con su primer tanto como el primer equipo, redondeó el marcador final en el descuento: 0-2. Frente al Villarreal se veía como una nota positiva conseguir el primer empate de la temporada, y es que igualar el electrónico con el que fue el golazo de la jornada, obra de Aitor Ruibal, contra uno de los conjuntos más fuertes de la categoría, tras un partido muy físico e intenso, no podía verse de otra manera que no fuera como un leve triunfo (1-1).
Pocos días después tuvieron que desplazarse hasta Murcia, donde se enfrentarían al UCAM Murcia en el primer duelo copero de la temporada. En La Condomina volvieron a sentir el calor del público nueve meses después, y es que más de 2.000 aficionados fueron testigos de los goles de Martín Montoya y Guido Rodríguez (0-2), que les permitían pasar de ronda y continuar en la competición, pero también tuvieron la oportunidad de ovacionar a uno de los jugadores más queridos por todas las aficiones de España, Joaquín Sánchez. Cuando Manuel Pellegrini tomó la decisión de darle descanso, los allí presentes se pusieron en pie para aplaudir al capitán verdiblanco, que se sintió muy agradecido por todo el cariño mostrado.
El 20 de diciembre, en Granada, y con una vestimenta que estaba inspirada en las temporadas 95-96 y 96-97, la suerte no estuvo de parte de los sevillanos. El Betis se marchó sin ningún punto más en su casillero tras una primera mitad en la que Roberto Soldado se reencontró con el gol y marcó un doblete (2-0). En la penúltima jornada de Liga del año, frente al Cádiz, y con un juego no muy vistoso, los de Manuel Pellegrini salvaron los muebles gracias a un gol de un Guido Rodríguez que le retiraron la quinta amarilla horas antes del partido, y aunque estaba sancionado para la cita, finalmente pudo ser de la partida y ser el héroe de la noche, dando el mejor regalo de Navidad posible a los béticos (1-0).
Pero el año no acabaría demasiado bien para un Betis que sentencia el 2020 con 19 puntos en la tabla. La última cita en el Ciutat de Valencia penalizó demasiado a un equipo que estuvo completamente desconectado en la primera mitad, llegando a encajar tres goles en los primeros 25 minutos (también hay que tener en cuenta la diana de Aissa Mandi en el 12' tras revisión exhaustiva del VAR por posible mano de Guido Rodríguez). Con un 3-1 en contra salieron los verdiblancos del paso por vestuarios, y aún con una idea de juego más definida de los de Manuel Pellegrini, el Levante logró meter el cuarto tanto granota de la noche en el 55', obra de Roger Martí. Pero la salida al césped de Sergio Canales tras una lesión en la que ha acortado de manera brutal los plazos en su recuperación, con un esfuerzo extraordinario, regresando un mes antes a la actividad de lo previsto, pudo haber cambiado por completo el partido. Esto, sumado a la expulsión de Rober Pier en el 68', hizo renacer a los sevillanos. El cántabro, con un rol completo de capitán, tiró de sus compañeros y los quiso guiar hacia, al menos, un empate. Y el '10' no lo consiguió, pero maravilló a propios y ajenos al lograr un doblete en su ansiado regreso. Se notaba su ausencia en los anteriores encuentros, pero aún más viendo su excelente versión en la noche del martes 29 de diciembre. Y aunque el 4-3 final no arreglaba nada, seguía siendo despedir el 2020 con una derrota, al menos daba esperanzas para el 2021 y el 'Gran Derbi', el primer choque liguero de los de Heliópolis: el mago está de vuelta.
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