El Athletic acaba con la ilusión copera del Betis
Ilusión. Eso provocaba la Copa del Rey en Heliópolis. La eliminatoria de cuartos de final frente al Athletic Club disputada el cuatro de febrero, producía nerviosismo en la ciudad hispalense, a unos aficionados que soñaban con volver a levantar ese trofeo. Las horas del jueves se hacían largas y cortas a la vez, las emociones afloraban, y los béticos echaban de menos no poder acudir al estadio; pero viendo la televisión, con la camiseta puesta, también iban a vivir el partido con tremenda intensidad. El Betis se jugaba mucho, igual que el reciente campeón de la Supercopa de España.
Un Betis ilusionado cayó desde los once metros
Manuel Pellegrini trató de armar un once que le llevara a las semifinales, con ciertos cambios, también pensando en la Liga y en tener a toda la plantilla enchufada. El Betis fue precisamente el encargado de inaugurar el marcador de un Benito Villamarín desolado en el que resonaban los ánimos de banquillo y grada por parte de ambos equipos en cada acción. El partido parecía encaminarse a la prórroga cuando Juanmi Jiménez, en el 84', que tan sólo había salido diez minutos antes al encuentro, quiso poner su firma en estos cuartos de final. Dentro del área, el de Coín vio volar el balón, se acercó a él, y armó la zurda por delante de un defensor rival para mandar el esférico muy medido, tanto, que Unai Simón no pudo evitar el gol en contra.
Eufóricos, los jugadores presentes en el césped y las gradas celebraron ese gol que les ponía a muy pocos minutos de las semifinales; pero en el fútbol puede pasar de todo, y precisamente en estos cuartos de final, las sorpresas están a la orden del día. En la que podía haber sido la última jugada con peligro del partido, en el tiempo de descuento, Raúl García sacó a pasear su mejor arma: la cabeza. Un centro de Íñigo Martínez fue directo a la testa del ex del Atlético de Madrid, que aún con dos zagueros verdiblancos siguiéndole de cerca, remató a placer.
1-1 y tocaba prórroga, un periodo que traía buenos recuerdos recientes a ambos conjuntos. Con alguna acción destacable durante esos 30', nadie pudo marcar la diferencia definitiva, y llegaba la prueba de fuego: los penaltis. En la lotería de los once metros fue el causante de la prórroga, Raúl García, el primero en golpear, batiendo a Joel Robles. Aissa Mandi tampoco falló, igual que Iñaki Williams. Unai Simón detuvo el disparo de Sergio Canales y de Juanmi Jiménez, y eso, sumado al tanto de Jon Morcillo, hacía que el lanzamiento de Yuri Berchiche fuera determinante. El meta verdiblanco adivinó la trayectoria del balón, pero nada pudo hacer frente al chut del lateral izquierdo. Los leones corrieron a abrazarse con el portero vasco, mientras para el Betis poco consuelo había, volvía a escaparse la Copa del Rey otro año más, a pesar de la excelente actuación en la competición, peleando cada minuto por sumar otro trofeo a sus vitrinas. Tristeza e impotencia. Pero la plantilla debe reponerse a contrarreloj para tratar de dar la sorpresa el domingo frente al Barcelona, tirando de ese honor y orgullo que han mostrado en el torneo del K.O.
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