Alessio Lisci roza lo heroico y vence en el primer partido de la temporada
El Mirandés, si se pregunta a seguidores de LaLiga Hypermotion, es de los claros favoritos al descenso. Una plantilla prácticamente nueva, refuerzos que aún no han llegado, posiciones sin efectivos… Pero el que sí continúa es el dueño del barco, Alessio Lisci. Precisamente el italiano es consciente de que para los espectadores están llamados a ser los colistas de la categoría, y no tuvo reparos en hablar sobre ello en la rueda de prensa previa al debut oficial de la temporada 2024-2025. El técnico fue claro: "Este año todo el mundo nos da como colistas, como el primer descendido, y a ver quiénes son los otros tres que bajan. Esto a la afición le tiene que dar muchas ganas de revertir esta situación, porque a mí me da muchísima motivación. Cada vez que me dice alguno 'si vosotros ya estáis descendidos', eso es lo que más me gusta, y la afición lo tiene que vivir de la misma forma. Tiene que ser nuestra motivación más grande este año para apreciar, de verdad, estas cosas, porque todos nos dan como colistas." Y si algo no ha faltado por parte de los jabatos en su primer compromiso del curso, que se jugaba en Anduva el viernes 16 de agosto, ha sido motivación.
Alessio Lisci, potenciando al máximo las virtudes del Mirandés, con una defensa muy segura, y un guardián bajo palos como Raúl Fernández, logra con mucha efectividad una victoria de mucho mérito en la jornada 1 de LaLiga Hypermotion ante el Córdoba
Desde el minuto uno los jabatos peleaban cada balón como si fuera el último, con criterio, decididos a mostrar un buen papel ante su afición, dando igual que el banquillo estuviese prácticamente repleto de canteranos, y sobre todo, estaban dispuestos a sumar a su casillero los tres primeros puntos de la temporada. Alessio Lisci y su cuerpo técnico quisieron sacar pleno rendimiento a un planteamiento muy ofensivo, pero sin descuidar la defensa, con un 5-3-2 de inicio. En los entrenamientos el equipo había practicado y mucho una jugada, aprovechando la facilidad de Urko Izeta de jugar a la espalda de los centrales, y precisamente en uno de estos intentos llegó el gol que decidió el partido. El ariete cedido por el Athletic Club inició una gran cabalgada por banda izquierda, desafiando a Adrián Lapeña, y aunque no le salió el recorte, Alberto Reina recogió el balón muerto para hacer el 1-0.
El Mirandés jugó de tú a tú al Córdoba los 90', pero ser el primer partido de la temporada, y los pocos efectivos de los que disponía Alessio Lisci, donde algunos de ellos acabaron con molestias y alguno con posible lesión, obligó a los locales a cambiar de sistema en los últimos 15 minutos del encuentro, con un doble pivote formado por el goleador Alberto Reina y Jon Gorrotxa, para poner como único punta a Urko Izeta. Este planteamiento les hizo sufrir levemente ante los de Iván Ania, que trataron de inquietar a los jabatos a través del balón parado y algún disparo lejano. Pero los rojillos mantuvieron su portería a cero gracias una atención constante y a las paradas salvadoras e impecables de un Raúl Fernández que estuvo imperial en cada acción, y muy pendiente para ayudar a sus compañeros desde su posición, aportando su experiencia.
Precisamente sobre el factor de la experiencia habló en la rueda de prensa posterior al partido un Alessio Lisci feliz, satisfecho por la victoria, pero que es consciente de que aún queda mucho y desde el lunes toca preparar el próximo compromiso (sábado 24 de agosto a las 21:30 en La Rosaleda contra el Málaga): "El vestuario está muy contento. Pero desde el día uno dije que no había excusas, y en esta ocasión también lo he repetido en el vestuario, odio las excusas, y antes del partido se lo dije, hay que ganar. No hay nada más, hay que ganar. ¿Cómo? Hay que hacerlo bien, pero hay que ganar. Y lo hemos conseguido, era muy difícil, pero ese vestuario tiene muchos mimbres y se ha notado muchísimo la experiencia. Hay que celebrarlo, pero les he recordado a todos que el año pasado en la segunda jornada a la media hora íbamos perdiendo 3-0, así que a recuperar bien y el lunes a entrenar como si hubiéramos perdido 4-0." Lo que también tenía muy claro el técnico romano es que, dando el 100%, los puntos se quedaban en casa: "No sé si puede ser heroico lo que hemos hecho, pero está muy cerca, sí. La afición tiene que estar muy contenta con esto, porque los jugadores han dado todo lo que tenían, todo, y no había plan B, o dábamos el 100% todos o era imposible. A los jugadores se lo he dicho antes del partido, si todo el mundo es capaz de dar el 100%, ganamos." Y logrando un factor que siempre es clave en esta Liga Hypermotion, mantener la portería a cero.
Alessio Lisci ha logrado los tres primeros puntos de la temporada, y al igual que lo hizo en su debut en LaLiga Hypermotion un año antes, ha vencido ante un recién ascendido. Pero en esta ocasión tiene mucho más mérito. La pretemporada ha sido muy atípica, donde hasta hace pocos días prácticamente solo han podido trabajar a nivel físico, con muy pocos conceptos tácticos interiorizados, con los efectivos justos en la primera plantilla para completar un once si todos están en condiciones óptimas, con demarcaciones por cubrir y con un presupuesto aún más bajo.
Pero al técnico romano no le gustan las excusas, y se puso a trabajar desde el día uno de pretemporada con futbolistas del filial, que se entregaron y se siguen entregando al máximo en cada entrenamiento, y acogiendo a cada nuevo jugador que llega. Con trabajo, esfuerzo, sacrificio, un trato muy cercano con los futbolistas, una inteligencia privilegiada, además de un conocimiento extraordinario del deporte rey, y una capacidad excepcional para sacar su mejor versión en los momentos más difíciles, Alessio Lisci y su cuerpo técnico han aprovechado al máximo las virtudes, conociendo los puntos débiles del grupo y minimizándolos todo lo posible, y con una visión muy vertical, se han plantado ante el Córdoba con el convencimiento de conseguir los tres primeros puntos de la temporada. Y así ha sido. El entrenador del Mirandés ha mostrado un día más que el trabajo nunca miente, y que con ganas, ilusión, unión, y dando el 100% sobre el verde, todo es posible. Y todo esto, con el apoyo de una afición que ha rugido y ha disfrutado con su equipo en el regreso de los de Miranda de Ebro a Anduva dos meses después de lograr una salvación que consiguieron, precisamente, junto al jugador número 12, la hinchada.
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