Alessio Lisci y los cambios, claves en la remontada del Mirandés ante el Levante
El duelo que abría la jornada 18 de LaLiga Hypermotion entre Mirandés y Levante el viernes 6 de diciembre, era un partido muy especial para Alessio Lisci por su pasado granota, y también para un Sergio Postigo que no pudo participar debido a su lesión. Los de Julián Calero visitaban a uno de los mejores locales de la categoría, y los jabatos salían al verde con su habitual 5-3-2 que tan buenos resultados les está dando. Durante los primeros 45 minutos fueron los valencianos los que llevaban la batuta del juego, y se notaba el cansancio físico de los rojillos, y es que los jugadores, como ya avisó el técnico italiano en la previa, se están esforzando por encima de sus posibilidades, porque varios de ellos están jugando con molestias o incluso lesión. Precisamente ahí se demuestra las palabras que también pronunció el entrenador en la previa: "Este año tenemos jugadores con mentalidad de futbolistas de verdad, de éxito, y esto contagia a todo el vestuario. Nosotros tenemos muchos futbolistas con mentalidad tendente al éxito. Este bloque de jugadores nos permite que los demás, por castigo, tengan la misma mentalidad y esa es la fortaleza del equipo. Hay una piña en el vestuario increíble. Van todos a una y es la clave."
Masterclass de Alessio Lisci desde el banquillo en un partido especial para él por su pasado granota
En el 56', Anduva recibió un absoluto jarro de agua fría, y es que Andrés García, con una volea absolutamente imparable desde fuera del área que se coló por la escuadra, batió al exgranota Raúl Fernández y puso un 0-1 que ponía el partido muy cuesta arriba para el Mirandés. Pero los jabatos nunca se rinden, y verse por debajo en el marcador les hizo reaccionar y buscar como fuera las cosquillas al Levante. La clave la tuvo Alessio Lisci, un día más, que no solo está dando una masterclass en Segunda División con sus planteamientos previos a los encuentros, es que está mostrando una mano exquisita y perfecta para ajustar matices y realizar las sustituciones necesarias en el momento que lo necesita el equipo. La entrada al verde de Ander Martín y Joel Roca en el minuto 68 lo cambió absolutamente todo.
La calma y madurez que transmite Ander Martín, y las ganas de atacar de Joel Roca fueron un quebradero de cabeza hasta el pitido final para el Levante. Precisamente el jugador cedido por el Girona fue el que consiguió devolver el empate al electrónico. El extremo salió contagiando peligro, con grandes combinaciones con sus compañeros, siempre mirando hacia delante, y su manera de librarse de los rivales partiendo desde la banda izquierda, con regates, cambios de ritmo, para después centrar, chutar o simplemente poner en apuros a la zaga rival de todas las maneras posibles, tuvo su premio. 12 minutos después de un gol anulado a Joaquín Panichelli por fuera de juego, coló el esférico entre líneas un Alberto Reina que se siente a la perfección con el brazalete de capitán, centró Hugo Rincón en el área pequeña, y la empujó Joel Roca para poner un 1-1 que no sería definitivo.
Con este 1-1 Anduva se vino arriba y empezó a animar a los suyos con la intención de lograr la victoria, y el triunfo llegó para alargar una racha de cuatro partidos consecutivos sumando los tres puntos en esta competitiva e igualada Segunda División. En palabras del propio técnico en la rueda de prensa posterior: "La afición se volcó tras el gol. El balón lo han empujado ellos." Marcaba el electrónico el minuto 94' cuando Joel Roca volvía a ser protagonista, y es que un centro suyo desde la izquierda le llegó al ariete de moda en LaLiga Hypermotion, Joaquín Panichelli, que remató al palo largo para desatar la locura en la ciudad de Miranda de Ebro. Remontada épica perfectamente preparada por Alessio Lisci desde el banquillo, ejecutada de la mejor manera por los jugadores, y con una banda sonora inmejorable, con los aficionados rojillos celebrando que el Mirandés, a falta de disputarse el resto de compromisos de la jornada, han dormido en ascenso directo con 34 puntos en su casillero tras un 2-1 que los jabatos han logrado gracias a tener una mentalidad de equipo grande. Un triunfo que el preparador italiano ha querido dedicarle a un amigo que lo está pasando mal por un asunto familiar.
Esos jugadores tendentes al éxito y que contagian a sus compañeros están siendo claves en el Mirandés, pero la mano de Alessio Lisci es la responsable de que Miranda de Ebro no quiera despertarse de este sueño. En su segunda temporada en Segunda División ha encontrado su sistema de juego perfecto para sacar el máximo rendimiento a la plantilla, un planteamiento que sorprende y se lo pone muy difícil a los rivales, y que además lo complementa con mucho trabajo diario, y potenciando las virtudes de sus futbolistas a nivel individual y de forma grupal, pero también trabajando el aspecto mental, ese que les hace seguir corriendo en el minuto 90 por cada balón cuando las piernas no responden como a ellos les gustaría. La piña que existe entre entrenador, cuerpo técnico y futbolistas se ve desde fuera, y en el campo se hace notar, con el estilo de juego, pero también con el hambre que se muestra en todo momento. Este equipo está en una dinámica muy positiva, y los jabatos buscarán alargarla todo lo que puedan antes del parón de Navidad. Próxima parada: Almería.
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