El Mirandés de Alessio Lisci asalta Ipurúa a balón parado
El sábado 3 de mayo, el Mirandés tenía un nuevo desplazamiento. Los partidos lejos de Anduva no están siendo la mejor tarea de los rojillos este 2025, pero también viajar hasta Eibar era un motivo de ilusión, de ganas, de hambre, de por fin lograr la primera victoria del año a domicilio. Y, ¿por qué no? vencer en Ipurúa en Segunda División por primera vez en su historia. Alessio Lisci, con ciertos retoques en el once y también en su planteamiento en el campo, confundiendo por completo a los rivales con ciertas posiciones, con la defensa apareciendo en campo rival por sorpresa, así como otras variantes en el desarrollo del encuentro, se plantó ante los de Beñat San José con la ambición de sumar tres puntos de oro en la lucha por seguir en la parte alta de la tabla.
Miranda de Ebro ha pasado del "estado de 'feliscidad'" después de ganar el derbi, al "estado de locura" tras la primera victoria de los jabatos a domicilio en 2025
El Mirandés salió con hambre, ganas, y la concentración a la que se refería Alessio Lisci en la previa del partido. Un factor clave ante un equipo que acostumbra a marcar en la primera mitad. Los rojillos tuvieron sus ocasiones, pero no pudieron materializarlas, y estuvieron muy certeros en defensa, robando balones, cortando jugadas, con mucha limpieza. Precisamente en el 34', el exceso de fuerza en una acción pasó factura al Eibar. Una falta de Jon Bautista sobre Mathis Lachuer le costó la amarilla al delantero armero. Pero desde el VAR avisaron a Ais Reig para que fuera a revisar la infracción, porque merecía un castigo más severo. Y efectivamente, tras verlo en la pantalla, el colegiado cambió la cartulina y le enseñó la roja, dejando a los jabatos en superioridad numérica desde antes del descanso.
El Mirandés no se volvió loco al verse con uno más sobre el verde, y el plan de partido inicial siguió su curso, no se podía desordenar el equipo, y el Eibar seguía teniendo debilidades sobre las que poder hacer daño. Tras el paso por vestuarios, y al tener Juan Gutiérrez amarilla, Alessio Lisci optó por sacar al campo más veteranía, y apareció Sergio Postigo con el brazalete de capitán para ser un efectivo más en la defensa. Precisamente con esta sustitución comenzó todo, porque suya fue la asistencia del único gol de la tarde; los futbolistas que introdujo el técnico italiano desde el banquillo fueron claves en el resultado final. Su empuje les dio más confianza ante la portería de Jonmi Magunagoitia.
El Mirandés, aunque los números daban por favorito al Eibar, por rachas, por jugar en Ipurúa, porque los rojillos jamás habían ganado en ese campo en Segunda División… y porque llegaban con mejores sensaciones que los visitantes, que aún no habían logrado un triunfo a domicilio este 2025, no pensaba rendirse, y es que un equipo de récord no iba a tener miedo a unas estadísticas en contra. Al contrario, les motivan. Las sustituciones de Alessio Lisci en la segunda mitad fueron enfocadas a sacar más pólvora arriba, con Urko Izeta, Adrián Butzke y Álex Calvo, así como poner en liza a un futbolista fundamental en el centro del campo como lo es Alberto Reina. Los jabatos seguían creyendo, seguían acercándose al área, y lograron batir a Jonmi Magunagoitia tras un balón parado. Una falta acabó en poder de Sergio Postigo, que asistió a la perfección en el 89' a un Joaquín Panichelli que se elevó hasta el cielo entre los contrarios, y remató con la derecha para poner el 0-1 definitivo y anotar su gol número 20 en LaLiga Hypermotion 24-25. Temporada histórica del argentino, como de toda la entidad de Miranda de Ebro.
Se instalaba el "estado de locura" entre los aficionados del Mirandés desplazados hasta Ipurúa, que celebraban y gritaban porque por fin se iba a lograr la primera victoria de los rojillos a domicilio del 2025, y qué mejor día para hacerlo que el 3 de mayo de 2025, el día que el club cumplía 98 años. Y se iba a hacer como está logrando muchos puntos el equipo, en los últimos minutos. Aunque esto se suele dar en casa, lejos de Anduva hay triunfos que se estaban marchando en el último suspiro. Pero esta victoria fundamental, en lo anímico y en la clasificación, puede ser clave para afrontar las cuatro jornadas restantes. Con 65 puntos, los de Miranda de Ebro siguen haciendo historia. Han acabado con esa mala dinámica fuera de su feudo, y con 'La Morocha' sonando de fondo, los de Alessio Lisci siguen soñando y haciendo disfrutar a los suyos con una victoria en Eibar, un escenario en el que jamás habían ganado en Segunda División. La próxima cita de este equipo que está batiendo todos los récords será recibir al Castellón en el fortín jabato (sábado 10 de mayo a las 16:15 horas).
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