Alessio Lisci, con cambio de sistema incluido, muestra una gran versión de un 'Mirandés 2.0'

El sábado nueve de marzo era el día ideal para cambiar la mala dinámica del Mirandés. Anduva lo sabía, los jugadores, el cuerpo técnico, y también un Alessio Lisci que revolucionó un once sin muchos cambios, pero los suficientes a nivel táctico para ofrecer una versión mucho más efectiva en ataque y aprovechar la madurez que el equipo ha ganado en defensa. La vuelta al sistema de tres centrales, con la inclusión de Álex Barbu junto a Sergio Barcia y Pablo Ramón, con Ilyas Chaira y Jonathan Gómez como carrileros, fue clave para poder crear contragolpes muy certeros y obligar al Eldense a atacar por dentro, donde no encontraban apenas huecos. También tuvo mucha incidencia en el estilo de juego la posición de Mathis Lachuer como primer pivote, con Álvaro Sanz y Alberto Reina a los costados, además de un Carlos Martín escalonado por Nino La Gumina.

Alessio Lisci, con un planteamiento brillante y unos cambios idóneos y en el momento justo, devuelve la felicidad a Anduva ganando por 3-1 a un Eldense completamente superado

Precisamente fue el jugador cedido por el Atlético de Madrid, el que inauguró el marcador. En el minuto 25, Pablo Ramón, que con este sistema tenía libertad para plantarse con gran facilidad en campo rival, inició un contragolpe que, con la intervención perfecta de Nino La Gumina, asistió al '9', quien golpeó el esférico con la zurda desde el lado izquierdo del interior del área para dar esperanza a Anduva y responder a su apoyo incondicional. Pero Carlos Martín no se conformaba con solo un tanto, quería un doblete y dar oxígeno a un Mirandés que en la segunda mitad no tenía tanta superioridad con el esférico, pero sí tenía el partido controlado. En el 59' el ariete madrileño aumentó la ventaja al recoger un despeje en el área. Su disparo terminó colándose en la portería para convertir el 2-0.

El Eldense necesitaba reaccionar, y en el 71', Pedro Capó, a la media vuelta, devolvió la emoción al partido poniendo el 2-1, y en ese momento seguro que muchos aficionados recordaron la frase de Alessio Lisci en la previa: "En la próxima victoria que logremos tendremos momentos de sufrir." Pero no era día de mucho sufrimiento, era día de ganar, de disfrutar; y un Gabri Martínez que salió desde el banquillo, pero con toda la motivación del mundo y mucha hambre por marcar, en los últimos instantes del tiempo de descuento, con un remate desde fuera del área tras una buena jugada individual, puso un 3-1 que puso de pie a todos los aficionados presentes en Anduva, que volvían a disfrutar viendo a su equipo y volvían a saborear una victoria. Un triunfo nada sencillo, pero que el técnico italiano cuajó muy bien desde el planteamiento inicial.

Alessio Lisci, en la previa del partido, habló de que esta semana habían trabajado en una nueva versión del equipo, lo que él denominó un 'Mirandés 2.0'. El técnico italiano cuenta con distintos hombres y diferentes perfiles tras el mercado de fichajes invernal; cada entrenamiento que pasa les conoce más, y puede explotar sus virtudes y tratar de potenciar sus puntos más débiles. A nivel grupal, los futbolistas cada día se conocen mejor entre sí, pueden coger más automatismos, y siguen ganando madurez en cada jornada. El cuadro de Miranda de Ebro es muy ofensivo, y es la mayor premisa de este nuevo estilo, con mucha verticalidad, pero también con un gran compromiso y atención constante en defensa y en las jugadas a balón parado.

Ante el Eldense, la clave ha estado en los contragolpes, en cómo los locales han defendido a balón parado ante un conjunto muy completo en estas jugadas, y cómo han cerrado por completo las bandas para que los alicantinos solo pudieran atacar por el centro, donde se concentraban casi todos los jabatos, y rechazaban todos los intentos de los de Fernando Estévez. Alessio Lisci es un técnico que siempre busca la mejor versión de cada jugador, del grupo, que vive por y para el fútbol, dándolo todo a día de hoy por buscar las mejores soluciones para los rojillos, trabajando 24 horas por y para el equipo. Y como él mismo ha confesado en la rueda de prensa posterior al partido, esta semana aún le ha dedicado más tiempo y ha estado muchísimas horas en las instalaciones de Anduva, dándole vueltas a cómo podía acabar con la mala dinámica. Él tiene claro que el trabajo nunca miente, y en la tarde del sábado nueve de marzo ha vuelto a quedar demostrado. Ha sumado una victoria vital, que se ha gestado con un planteamiento inicial brillante, y que se ha consumado con los ajustes necesarios durante el compromiso, y los cambios idóneos en el momento justo. El técnico italiano sabe y mucho del deporte rey, aunque si algo le falta por saber o por solucionar, lo suple con esfuerzo, trabajo y constancia. El romano tiene un talento descomunal para marcar la diferencia desde el banquillo, pero además es un trabajador incansable.

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